Las Olimpiadas de mensajeros en bicicleta. No, no es broma.
Es muy en serio.
El North American Cycle Courier Challenge, o NACCC (“The Knack” para los cuates) es quien organiza esta increíble competencia, la cual lleva deleitando espectadores en diferentes ciudades de Estados Unidos desde 1989.
Las pistas simulan las experiencias que viven los mensajeros en bicicleta día a día, intentando replicar hasta el más ínfimo detalle. Siendo distintas de cualquier otro tipo de competencia olímpica de ciclismo, no hay uniformes o jérseys, no doctores o masajistas.
Sólo son mensajeros y bicicletas intentando divertirse lo más que puedan.
Este año, The Knack se llevó a cabo en el vecindario Bushwick de la ciudad de Nueva York. Como no hay ninguna organización formal o de tiempo completo que se encargue del evento, esta carrera necesita voluntarios. Normalmente, son mensajeros oficiales, o amigos y familia de los participantes.
Después de haber tenido una racha de primer lugares en la NACCC, Austin Horse decidió que era hora de regresar su granito de arena a la organización. Por eso, este año el coordinó todo el evento.
Todo comenzó en The Acheron, un bar fundado por – adivinen – un antiguo mensajero en bicicleta. Horse decidió que una zona industrial sería perfecta para aprovechar el lugar al máximo sin incomodar a los vecinos.
¡Pero no te dejes engañar! Este evento es algo formal una vez que empieza. Se cierran las calles, los policías desvían el tráfico, y los voluntarios organizan todo. Aún así, las pistas se mantienen con algunos coches y camiones en el camino para hacer el recorrido lo más realista posible.
Para la carrera, todas las bicicletas deben estar aseguradas antes de la señal de arranque. Incluso, algunos de los voluntarios colocan pequeños mapas o instrucciones para saber dónde deben recoger y entregar sus paquetes.
Cada competidor debe pasar por cuatro puntos clave, mientras hace lo imposible para no tomar ningún viaje extra.
Estas olimpiadas comienzan con carreras de clasificación desde el jueves hasta el sábado, preparando a todos para la gran carrera el domingo.
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El reto: cargar en la bicicleta un barril de cerveza vacío, una llanta – ¡con todo y rin! – y largos tuvos de PVC.
El balance es absolutamente necesario en una de las carreras más difíciles de este evento.
Como no hay restricciones sobre el modelo de la bicicleta a utilizar, algunos de los competidores deciden usar una bicicleta “estilo chopper”, donde puedan guardar todas las piezas a entregar.
Un evento distinto a cualquier olimpiada regular, The Knack no necesita clasificaciones nacionales para participar. Esto le brinda un toque humano incomparable, donde puedes encontrar desde mensajeros en bicicleta al estilo Jim Morrison hasta los Usain Bolt de las entregas en dos ruedas.
Keep rolling till you find something you love…
