Todos amamos lo italiano. Especialmente cuando se trata de comida.
Porque, simplemente, es maravillosa. Los colores, los sabores, EL QUESO.
Entonces, decidimos darnos un pequeño lujo y visitar un encantador restaurante italiano llamado In Bocca al Lupo.
Su nombre se traduce, literalmente, a: “dentro de la boca del lobo”.
¡Pero no te preocupes! Esto no significa que te comerá un lobo. (Ni que fueras Caperucita…)
En realidad, la expresión significa buena suerte. Proviene de cuando una loba agarra a sus cachorros con la boca para poder transportarlos de cueva en cueva, siempre protegiéndolos y manteniéndolos a salvo.
Es una bellísima expresión – significa “que estés seguro y protegido del mal que puede rodearte, tal como la loba protege a sus pequeños.”
Y aunque la tradicional respuesta sea crepi il lupo, que significa “que muera el lobo” (recuerda que esto origina cuando el lobo era la peor noticia para un pastor de ovejas), este restaurante promueve el responder grazie di cuore, que significa “gracias desde el corazón”.
Después de todo, el lobo es un noble animal que debería ser tanto honorado como protegido.
De cualquier forma, después de toda esta información cultura, decidimos ¡COMER!
Esta es la Insalate Popeye.
Con espinaca baby, tocino, champiñones, piña, cebolla morada, nueces, naranja y chía.
Y claramente, NO podíamos olvidar las pizzas. Este restaurante se especializa en pizza alla pala, una redondeada deliciosidad.
Pedimos la pizza Prosciutto Crudo, hecha de jamón serrano y jitomates cherry.
¡Aguas! Esta pizza no incluye queso en su receta original. Tienes que pedirlo (como lo hicimos nosotros).
También decidimos gordear un poco y pedir la pizza Capricciosa, una exquisita mezcla de champiñones, jamón, alcachofa, jitomate y mozzarella.
Om nom nom.
Después de tal festín, tampoco podíamos dejar atrás al postre.
Un espumante capucchino en una taza cuadrada. Pues, ¿por qué no?
Y una cremosa pannacotta con jalea de moras… ¿POR QUÉ DIABLOS NO?
Y no nos detuvimos ahí…
Por si no lo sabías, la Nutella es italiana. Por lo que tuvimos que pedir una pizza de fresa y nutella.
Claramente por motivos de investigación y apreciación cultural.
Terminamos felizmente rellenitos con todo tipo de deliciosas exquisiteces en nuestras pancitas.
Y después nos subimos al columpio ubicado afuera del restaurante, para mecer un poco al estómago.
Definitivamente es un lugar que vale la pena visitar si estás en la colonia Roma en la Ciudad de México.
Descubre más sobre el restaurante en su Facebook.
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